Hace poco conocimos el mito de Ícaro. El rey Minos estaba muy preocupado por un minotauro que atemorizaba a la ciudad de Creta y mandó construir a Dédalo un laberinto con su hijo Ícaro. El rey dudaba que se lo contaran a alguien y les prohibió salir de Creta.
A Dédalo se le ocurrió hacer unas alas con plumas de aves y cera de abeja para sobrevolar Creta y huir. Cuando ya estaban listas Dédalo le advirtió a su hijo. Icaro:
- no te acerques mucho al sol porque derritira la cera de abeja.
Pero no le hizo caso e Icaro se murió. Desde aquel día, hay un mar al que se le llama Icaria. FIN.
Lucas, Alejandro y Daniel P.
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