Durante las últimas seis semanas los chic@s de primer ciclo (1º y 2º de E.P.) han estado trabajando la lectura de una forma muy divertida. Hemos creado tres talleres de personajes ilustres: el Cid Campeador, Colón y Rossini. Formamos grupos en los que había niños de primero y de segundo juntos. Cada uno con su cartel identificativo al cuello se dispuso a conocer a estos "tres desconocidos caballeros".
Con el paso de las semanas fueron conociendo aspectos de su vida, de sus obras o hazañas. A continuación nos lo cuentan ellos mismos como auténticos reporteros.
EL CID CAMPEADOR
Rodrigo Díaz de Vivar, es el Cid. Por un engaño, sin querer, el Rey lo echó de Castilla. Dejó a su esposa llorando con sus dos hijas. Fueron recorriendo distintos lugares, conquistando muchas tierras. Llegaron cansados y hambrientos y una niña les dijo lo que ocurría: el Rey les había prohibido que les diese cama y comida. El pueblo lloraba escondido.
La barba al Cid le llegaba casi casi hasta las rodillas y no se la pensaba cortar hasta que lo perdonase.
Al final volvieron a ser amigos e hicieron las paces.
En el taller del Cid estaba Mónica. Con ella hicimos grupos de primero y segundo juntos. Unos éramos secretarios, otros portavoces y otros controladores. Escuchamos la historia del Cid Campeador. La vimos en el ordenador. Nos pusieron dibujos en un trozo del libro del Cid y teníamos que escribir las palabras. Luego el portavoz leyó la historia.
Al día siguiente escuchamos la música que oía el Cid, pintamos unos dibujos de guerreros, caballos, pueblos, juglares... los recortamos y los pegamos en un mural.
Al final nos dieron un regalo a todos. Era una careta del Cid o un guerrero para los chicos; y para las chicas, Doña Jimena.
Nos lo pasamos muy bien.
Sara(1º), Ágatha (1º), Elena (2º) y Nicolás (2º).
CRISTOBAL COLÓN
Un día por fin hizo su primer barco hecho de medio barril. A veces se colaba en los barcos para verlos de cerca.
Por fin se hizo mayor y les protestó a los Reyes Católicos de España durante siete años. Ellos no le hacían caso. Insistió, insistió, insistió... hasta que un día lo logró, cuando tenía 41 años.
Les hizo una promesa a los Reyes, que cuando terminaran las guerras le ayudarían con la navegación.
Había tres barcos: la Santa María, la Niña y la Pinta.
Colón se montó en la Santa María. La Pinta y la Niña eran más rápidas.
Por las noches contaban historias de miedos de sirenas que atraían a los marinos, y de dragones come hombres.
Un día, Colón les hizo prometer a los marinos que si en pocos días no llegaban a una isla, volverían a sus casas.
Cuando llegaron a la "India". Ellos pensaron que era la India, pero era América, todo era diferente. Vivían en chozas pequeñas en vez de castillos. Los habitantes les empezaron a regalar limones, cocos, cacahuetes... cosas que no existían en su pueblo.
Cuando iban a volver a su pueblo, la Santa María se rompió y cuarenta marineros se quedaron en la Pinta. Colón se montó en la Pinta.
Así, Colón pudo demostrar que en el fondo del mar no había esos monstruos que cogían a los marinos con los barcos.
Al final, en España, Colón hizo una apuesta con todos los habitantes del palacio: coger un huevo de gallina, lo ponías derecho en la mano sin que se caiga. Y Colón lo consiguió.
En este taller estaba Alicia. Tuvimos que rodear de fosforito lo que no existía en esos tiempos y los huevos. También nos dieron un papel y buscamos las oraciones que iban con el dibujo y pusimos el número de los años de Colón. Además restamos y dio 41 años.
Lo pasamos fenomenal.
Diana (1º), Joselito (1º), Martina (2º) y Bereket (2º).
ROSSINI
Rossini era un músico que inventó la canción de la Cenicienta.
Rossini y su mujer tenían poco dinero. En casa tenían una mesa muy grande, y cuando invitaban a la gente a su casa a comer o cenar y llegaba el postre, para que nos se comiesen las frutas, la mujer de Rossini se desmayaba para que no se las comieran.
Ahora os vamos a contar la historia de la Cenicienta: Érase una vez una niña llamada Cenicienta, que siempre estaba limpiando. Un día mandaron una carta del príncipe que invitaba a todo el Reino a una fiesta. Fue a la fiesta y sus hermanastras no le reconocían porque estaba muy guapa. El príncipe les regaló un amuleto. Cuando llegaron las doce se le cayó el amuleto.
Al final se casaron la Cenicienta y el Príncipe.
En el taller estaba Mª José, estuvimos pintando los personajes de la historia, los pegamos en un mural, lo colgamos en los pasillos, dirigimos una orquesta.
Además Mª José nos hizo bailar y nos dio de regalo: pegatinas y cromos, por trabajar mucho.
Julia (1º), Ion Teodorescu (1º), Carol (1º), Manuel (2º) y Clara (2º).